En la estructura jurídica de una sociedad anónima, tanto el libro de socios (también denominado libro de registro de acciones) como los títulos accionarios cumplen funciones relevantes, pero es el primero el que reviste un valor probatorio superior en materia de titularidad y legitimación frente a la sociedad.

Mientras que los títulos accionarios son documentos que acreditan la propiedad de acciones y pueden circular mediante endoso, el libro de socios constituye el registro oficial de la sociedad donde se inscriben los accionistas, la serie de acciones que poseen, las transmisiones realizadas y las restricciones aplicables a dichas acciones. Este libro no sólo es obligatorio conforme a la legislación mercantil mexicana¹, sino que también cumple una función constitutiva en ciertos supuestos, como en el ejercicio del derecho de voto o en la distribución de dividendos².

El carácter interno del libro de socios, frente a la naturaleza circulante de los títulos accionarios, garantiza a la sociedad un control efectivo de sus accionistas. En caso de discrepancia entre el portador del título y el registro en el libro, prevalecerá este último respecto de la sociedad³. Por ello, la simple posesión de un título accionario no es suficiente para ejercer derechos corporativos o patrimoniales si no se encuentra debidamente inscrito en el libro correspondiente.

En conclusión, aunque ambos instrumentos son relevantes, el libro de socios se erige como la herramienta central de control, legitimación y transparencia en el régimen corporativo de la sociedad anónima.

Notas

Este contenido no constituye asesoría legal. Si necesitas asegurarte de que tu libro de socios cumple con los requisitos legales aplicables o deseas resolver una disputa sobre titularidad accionaria, considera consultar con un abogado corporativo.